jueves, abril 05, 2007

¡¡Apuñalar, Doble!! (Parte 2)

Atentos, que viene un tochaco de escrito, jeje (y fotos para los que no les gusta leer):

Crónica de Bramdal, el asesino

Al llegar al pueblo, Tirelas, hermano Purasangre y artesano del Gremio de Mercaderes me inició al gremio como aprendiz. Allí conocí a la gente con quien tendría oportunidad de ir embaucando y tejiendo nuestra red de mentiras para lograr la confianza del gremio hacia mi persona y lograr investirme como artesano.

Durante la ceremonia de ingreso, me pusieron al corriente de los problemas del gremio, de la escasez de bayas, de que el gremio pintaba poco en los intercambios...

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Así que me dediqué toda esa jornada en cuerpo y alma al gremio. Mi olvido de acudir al panteón con los de mi secta no me pudo ir mejor, puesto que en todo momento estuve con mi gremio ayudando, y así no sospecharon nada. Luego Tirelas ya me daría un resumen de la reunión y pondríamos en conocimiento a los horribles y prescindibles mestizos que poblaban este pueblo, como nuestra maestre de gremio.

A parte, los de la secta me habían puesto a una mujer a mi cargo, me habían casado con una no-mestiza del gremio de arquitectos, la cual era muy amable y me quería, de forma que me aprovecharía de ella llegada la oportunidad... Le puse en conocimiento que si me amaba, no le importaría quebrantar aquellas leyes estúpidas y conseguir procrear, y para ello necesitaríamos una poción de éxtasis. A parte de esa poción, concreté que algun galeno me había dado una poción que había agravado mi dolor de estómago, para ver si averiguaba algo sobre ello...

Me uní aquella noche a una expedición con los exploradores y Tano de mi gremio para buscar bayas. Por el camino tuve tiempo de ir conociendo tanto a aquellos exploradores no pertenecientes a mi secta, como a Tano y el terreno, las bayas eran lo de menos.

En la expedición encontramos algunos extranjeros que no sabían como habían acudido al bosque, y los llevamos a nuestra taberna para calentarles y darles algo que llevarse al estómago. Entre ellos habían unos juglares que portaban una copa extraña y tenían ganas de festejar.

Por la mañana Tirelas me puso al corriente de los planes de los PuraSangre, de acabar con la vida del minotauro, y si era preciso llevarnos los que pudiéramos por delante, amén de ver las pintadas distribuidas por el pueblo. Tendría que estar a la escucha para cuando me avisaran.

Así, empecé a hacer vida de mercader, comerciando con los locales mientras me enteraba de algunos secretos entre gremios. Tirelas tasó la copa de los juglares como un metal extraño, parecido al del navegador que habían encontrado y que teníamos que reparar si queríamos comerciar con el exterior. Así que pensamos en adquirir esa copa fuera cual fuere su precio, y si no, robarla para fundirla. Por la mañana vinieron a entregarnos un par de bondhis para trabajar en nuestras tierras.

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Acordamos con los trobadores de hacer un espectáculo a la noche y así robarles la copa y comerciar, así que hablamos con ellos y nuestra maestre hizo un trato con el maestre galeno para adquirir unas pociones de sueño.

Después de un ataque de una mosca y de una seta, Tirelas me llamó para que le siguiera al bosque, así que me excusé argumentando que íbamos a mirar de encontrar indicios de donde hubieran bayas para la noche. En esa expedición conocí al resto de miembros de los PuraSangre, habíamos subido con un mestizo semi-elfo al que le daríamos una lección. Así que me acerqué sutilmente por detrás y le di una puñalada con mi puñal oculto bajo mi largo chaleco. Echó a correr mientras le atacábamos, pero tropezó y le dimos caza. Le desnudamos, le dimos una nota y le hicimos perder la memoria mediante una poción. Nuestro lider y Beor eran galenos, así que les insté a que buscaran indicios de la poción que me hizo mal y acerca de la poción de éxtasis.

Al bajar me paré a hablar con unos astrólogos para averiguar si sabían algo de las bayas, y gracias a mi suerte me comunicaron una zona en la que posiblemente se verían a la noche.

Al bajar y comunicar la buena nueva, nadie se imaginaría lo que habríamos hecho. Me enteré de que ya teníamos la copa y de que los trobadores ya no harían el espectáculo.

Nos dimos cuenta de que los exploradores buscaban la manera de hacer recuperar la memoria al maltrecho y despreciable mestizo, y recurrí a mi pronta habilidad de comerciante para averiguar con quienes hacían tratos y lo que buscaban, de forma que logré apoderarme de algunos objetos de comercio y redirigirlos a nuestro gremio argumentando su valor, a parte de ir haciendo otros tratos entremedio.

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Pero vimos que estaban a punto de conseguir una poción que le recuperaría la memoria al mestizo, así que acordamos darle muerte mediante el engaño. Justo al caer la noche, le hicimos venir al panteón con la sugerencia de curarle las heridas, vestidos como logia, mientras yo le esperaba oculto tras una cortina, listo para asesinarle por la espalda. Cuando oí la frase clave, le clavé mi puñal. Impactó por encima de la rodilla, por atrás, dándole semi-muerte. Un poco más y no le habría dado. Nos encargamos de matarlo y apuntarle una nueva nota.

Gracias a nuestros carteles, a las notas y a la muerte del sucio mestizo se pudo derogar la ley que impedía salir los barcos más allá de una distancia de la costa. El miedo a los nuestros les hizo darse prisa en votarla.

Me reuní con el gremio para dar a conocer la noticia de la muerte y querer proteger a la jefa. Una tejedora también avisó a la jefa, y me dio mala espina que me mirara de una forma sospechosa...

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Más tarde de la reunión del círculo interno, engañaron al mestizo Satirus, el sátiro, para llevarlo a la casa de galenos mientras nosotros estábamos otra vez vistiéndonos y dirigiéndonos hacia allá y escondiéndonos. Así dimos muerte a nuestra segunda víctima, a la espera de nuestro objetivo.

Al volver al círculo, me uní a la resurrección del guardián del nuevo gremio de navegantes, y me enteré de la muerte de esa tejedora por unos monstruos, benditos sean. Intenté hacer venir a la jefa al panteón argumentando una reunión clandestina para obtener bayas a cambio de excedentes de nuestros tratos, pero ni argumentando que 2 exploradores nos acompañarían (dos purasangre) ni 2 galenos (otros 2) logré quitarle las sospechas ni la desconfianza al trato, por mucho que quisiéramos las bayas apreciaba más su vida.

A la mañana siguiente, seguí comerciando para obtener la poción de éxtasis, pero la muerte del sátiro me lo haría difícil. Mi mujer me indicó que uno de los extranjeros había averiguado los ingredientes y que ella tenía uno, así que robé mandrágora de las existencias de mi gremio y el extranjero gustosamente me ofreció la que faltaba y me elaboró la poción. También averigüé por mi mujer, que se descubrió miembro de la logia de los temporales, lo que pasaba con las puertas temporales y con la gente extranjera. Así hice que ella comprendiera mis intenciones y me siguiera en la muerte de los mestizos.

Mientras algunos de mis compañeros dieron caza y asesinaron a nuestro objetivo, el minotauro, concluyendo felizmente nuestra promesa de muerte y caos.

Free Image Hosting at www.ImageShack.us

Debido a mis habilidades como comerciante (oculto con un beneficio propio) la maestre me iba a investir artesano. Tristemente escuché cómo la ceremonia, a parte del motivo principal, sería para darme caza como purasangre e intentar torturarme para contar lo que sabía, pero la reciente escapada del tejedor prisionero y las desapariciones en el tiempo de alguna gente (incluída mi mujer) dejaron de banda este evento.

Será tiempo de esconderme por un tiempo y volver a ganarme la confianza de la gente actuando como un buen comerciante...

¿Continuará en el próximo vivo?

Listening: Chelsea Dagger - The Fratellis
http://www.thefratellis.com/index.php

Etiquetas: , , ,