Ira, Miedo, Impotencia

Anoche salimos de juerga mis colegas de Santa Coloma y yo. Fuimos a Mollet del Vallès al bar Alfil, conocido por sus grandes tapas y bocadillos exquisitos, todo muy tapero. Después de cenar copiosa y divinamente, decidimos irnos a Marina a disfrutar de unas rondas y de un poco de baile.

Al dejar los coches cerca de la calle del Airbar y el Q3, un borracho nos salió al encuentro para recordarnos que la vida es joven, libre, que a veces hay que beber para disfrutar. Nos metimos en el Airbar a jugar un poco al duro (con una moneda de 20 céntimos), dejando a las mujeres atrás, ya que no aguantaron demasiado. Después de privar un poco más, de beber chupitos incandescentes y de que el dueño nos invitara a un chupito con juego incluído, nos fuimos a bailar. Hasta las 4:00 estuvimos bailando y divirtiéndonos, viendo como bailaban algunos pirados pasados de sustancias psicotrópicas.

Al volver a los coches fue cuando se nos vino el mundo encima. A Ricardo le había roto la luna trasera y le habían entrado al coche, revolvíéndole todo y robándole los CD's del coche. Al abrir el maletero mi sorpresa fue mayúscula, se habían llevado mi mochila con mis cosas. Mi amigo sólo tuvo que lamentar esos CD's y la luna, que seguro que el seguro se encargará de pagar. Me pasé varias calles buscándola por contáiners, hasta que al volver me la encontré tirada cerca del coche, con todo por el suelo, revuelto, lo único que faltaba era mi compañero de fatigas, mi reproductor de CD/MP3 que tanto ha viajado conmigo, desde Japón hasta España. Menos mal que las llaves de mi casa y mis libros (y mangas) aun estaban.

Fuimos a los Mossos d'Esquadra más cercanos, pero resulta que allí por la noche no hacen partes de denuncias, que fuésemos a Arco de Triunfo a hacer la denuncia a la Guárdia Urbana, pero allí tampoco las hacían, así que fuimos a otra oficina de los Mossos, pero en la que nos indicaron era la Fiscalía de Menores, aunque nos contaron que algunos ladrones se hacen pasar por borrachos para gipar los coches y avisar a los demás... vamos, que nos quedamos con una cara de tontos que lo flipas. Al final nos recomendaron que fuésemos a la más cercana a nuestra casa para dar parte del atestado, así que dejamos a las chicas en sus casas, mi primo se fue y Ricardo y yo nos fuimos a Santa Coloma, pero en el camino me quedé yo en mi casa, así que aun no se qué ha pasado. Mañana llamaré a ver qué tal.

Listening: Pacto entre caballeros - Joaquín Sabina
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