De pescadores y leyendas

Por la mañana bajamos al comedor, donde nos esperaba un desayuno de infarto, totalmente exagerado. Allí había al menos como para alimentar un pueblo entero. Desayunos ingleses, catalanes, españoles, alemanes, de todo había cabida en ese buffet de infarto. Cuando ya nos habíamos llenado completamente, cogimos el mapa y miramos a donde ir. Decidimos ir a ver el pueblo de Fornells, un pequeño pueblo de pescadores al norte de la isla.

Así que cogimos el coche y directos para allá. Mi habilidad de conducción mejoró totalmente, hasta el punto de aparcar a la primera sin calarse ni nada :P Estuvimos caminando un rato por aquel pueblo tan bonito, con sus casas blancas relucientes, con sus barcas de pescadores, su agua limpísima, sus pequeñas medusitas campando a sus anchas por el mar...

Después de dar una pasada al pueblo, nos marchamos a ver Mahón, ya que habíamos visto en el hotel que podíamos dar una vuelta al puerto en barco con fondo de cristal. Al llegar dimos una gran vuelta en coche por todo el puerto buscando el embarcadero, sin fruto, así que volvimos al principio y fuimos andando a ver si lo encontrábamos. Caminando encontramos la destilería Xoriguer, y entramos a mirar. Allí compramos las entradas para dar la vuelta en barco. El viaje estuvo muy bien, vimos todo el puerto de recreo, las pedazo de casas que los super ricos tienen allí para pasar los veranos, las dependencias que se usaban para las cuarentenas, o que usaban los militares para atracar los barcos, a parte de la prisión. Cuando salimos ya a mar abierto, pasamos al piso de abajo a mirar el fondo marino. Cual fue nuestra sopresa al ver que casi todo el fondo estaba lleno de medusas como la que vimos en Fornells. No tengo un claro documento gráfico, ya que el barco iba un poco rápido... La vuelta por la otra parte del puerto nos dejó la última foto que veis ahí abajo, el restaurante Casa Sexto II: "Lo mejor de Galícia, también en Mahón".

Al acabar el trayecto, el hambre nos pudo, así que fuimos a mirar restaurantes. Encontramos uno de menú del día a 13€ y nos sentamos. Al traernos la carta el hombre nos comentó que ya no quedaban menús del día... sospechoso, sospechoso, ya que otra mujer estaba tomando nota de menús a otra mesa y no paraban de traer menús a otras... Miramos la carta, y cada plato valía cerca de 9-12€, así que cogimos y nos largamos a un bareto cutre, pero que hacían unas muy buenas tapas y unos bocadillos a juego. Aquí nos podéis ver sentados en la terraza, con unas muy buenas vistas al puerto, a la iglesia y el mercado.

Una vez rellenado el depósito, fuimos a Xoriguer a comprar bebida para la familia, y de paso cumplir la promesa que le hicimos al chico que nos vendió las entradas del barco de volver a comprar, jeje. Entonces decidimos ir a la Cova d'en Xoroi. Mi amiga Montse, me la recomendó, así que debía de ser bonita y romántica ;) Por el camino nos perdimos y un poco más y acabamos en otra playa y cueva perdida de la isla. Después de unas cuantas vueltas más acabamos por fin en nuestro destino, la cova d'en Xoroi. Cuenta la leyenda, según pone en unas tablas de madera repartidas por toda la cueva, que un náufrago llegó a la isla y se refugió en esa cueva. Muerto de hambre bajaba al pueblo y robaba comida, y uno de esos días se enamoró de una joven y se la llevó con él, con quien, enamorados, tuvieron dos hijos. Un día de nieve descubrieron sus pisadas y Xoroi acabó con su vida tirándose al acantilado. La antigua cueva fue reconvertida a discoteca/bar, con consumición mínima, jeje.

Al acabar el día, volvimos al hotel, pues nos esperaba otro nuevo atracón, esta vez otro señor buffet libre con una fideuá de espanto y una carne magra de cerdo que... ufffff. Cuánto comer señores, jeje. Ya cansados de tanto dar vueltas y de tanto endrapar nos subimos a la habitación y dimos por finalizado otro gran día. Esperemos que haya sido de su gusto :P ¡Hasta el siguiente día!

Listening: Mariposas - La madre del topo
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