Diario de un viaje anunciado I: A New Hope

Bueno, amiguitos, al fin he descansado un poco del viaje. Por fin me puedo poner en serio, comencemos por el principio, y no hablo de cuando conocí a estas personas llamadas amigos, que eso ya será otro día.

Por la mañana me levanté a eso de las 8, e incomprensiblemente me levanté de un salto y empecé a hacer la maleta... llevo todo el año dejando que pasen entre 5 y 20 minutos hasta que me levanto, sería por las ganas de querer abandonar este país aunque fuera por una quincena, para conocer mundo, como lo hacía el tío Mack de los Fraggle. Una vez hecha la maleta y comprobado todo (que más tarde comprobaría que me dejé la gorra, un boli y un pen drive de 1Gb) la cerré y cogí el coche que me acompañaría al aeropuerto (la familia, que te quiere echar de casa y no sabe como). Llegamos los primeros, como siempre, cosas de las prisas y mi padre, que no son buenas. Un rato después llegó Javi, y al cabo de poco los restantes, Jordi, Mari, Carlos, Thais y Erika, y al poco llegaron Nacho y Toni para despedirnos, así que nos hicimos la foto de grupo, los 7 magníficos y Nacho xD.

Una vez puesto el plastiquito a las maletas, para que no las abrieran (bueno, no es un plastiquito invulnerable, pero algo hará, ¿no?) las pesamos a ver quién ganaba el pulso, ganaron las gemelas, jeje. En eso que nos despedimos de ellas, algunos más que otros y en eso que llegó Ivan que vino también a decirnos adiós (la foto que viene a continuación, hijos míos, guardadla en la mente, porque puede ser que no le veamos el pelo en mucho tiempo ><):

Así que, con los ánimos de los amigos y las ganas de perdernos de vista de la familia, nos dirigimos a la puerta de embarque, donde pasamos el primer control (pronúnciese con voz terrorífica cada vez que leáis esta letra), todo metal fuera, detector de metales y rayos X para las bolsas. Tuvimos que esperar relativamente poco para coger el avión, y así comenzar el periplo al aeropuerto de Heathrow (Londres) y luego al John Fitzgerald Kennedy (New York). En el viaje, nos divertimos un poco jugando a la DS, con sus minijuegos, un elemento muy útil para el siguiente viaje, ahora os contaré. A mi me tocó en la fila de delante, puesto que no cabíamos en una, y todo el viaje me hacían aspavientos, pero no les entendía... resulta que en el asiento que había al otro lado del pasillo estaba Mikel Erentxun, y yo no me fijaba, estaba más pendiente de mis amigos que de los demás ><. Así que llegamos al aeropuerto de Heathrow, y Erika se dispuso a decirle algo a Mikel, que es uno de sus ídolos, pero se quedó en eso... los nervios :P Así que desde entonces nos pusimos a cantar Cien Gaviotas en honor a Mikel, jeje "cien gaviotas donde irán"!!! De allí fuimos directos al segundo control, esta vez había que dejar las maletas que no cupieran en una caja de cartón dispuesta a tal efecto (como si de una gimkana se tratase). Pasados ese control, donde se veían montañas de frascos de perfume (caros y baratos), maletines vacíos, mochilas de viaje, cuchillas de afeitar y quien sabe Dios qué montón más de cosas. Seguidamente entramos al tercer control, en el que nos hicieron descalzar y pasar one more time por rayos X y detectores de metales. Después del riguroso escrutinio, cogimos un autobús que nos dejó en la siguiente terminal, donde comimos algo en una panadería de bagels, donde 2 españoles estaban atendiéndonos, jeje, qué pequeño es el mundo y cuántos españoles pueblan el planeta, ya veréis, ya. Después de comernos los bagels, con un pan un poquitín duro, nos fuimos a coger el avión. Donde allí tan sólo Javi pasó el cuarto control, un cacheo totalmente exhaustivo, en el que casi le miran las muelas para encontrar sarro, que eso podría ser volátil y explosivo.

En el avión de la Virgin que nos llevaría a New York, como llegamos un poco tarde, cosa el avión de Iberia (como no), no pudimos estar todos juntos, así que cogieron unos dados, tiraron y cada cual a su lugar, Carlos Thais y Erika juntos, y los demás desperdigados por ahí, aunque Jordi se llevó la mejor parte, se fue a primera clase :P Entonces entraron en juego las DS, puesto que los 4 teníamos una, y montamos una red wifi en el propio avión, donde con el Pictochat nos retamos a los minijuegos del avión, a ver películas, a rellenar el test que te hacen para entrar en el país (es usted terrorista?, es usted deficiente mental?), que notamos a faltar el tan comentado: ¿Quiere usted matar al presidente de los EEUU? ¿Tiene ya su cuenta naranja? El viaje transcurrió viendo películas (Touch y Fun with Dick & Jane enteras, y un pelín de Dragon Squad). Ah, sí, tuve a mi lado un niño coñón pesado con ganas, del estilo "¿Cuánto falta?", que me preguntaron más de una vez si era mío... si fuera mío, lo habría tirado en la primera hora de vuelo... Y también una mujer hindú americana airada montó en cólera porque sus asientos ya estaban ocupados y que no se iba a ningún sitio sin sus hijos xDDD.

Al llegar tuvimos que pasar por el quinto control, el de inmigración, donde un simpático policía nos gritó a toda la fila (que era pequeña) que de qué íbamos, que si éramos lerdos y tal, que rellenáramos los panfletos de una jodida vez o así, a Javi otro policía le dijo que el barrio donde íbamos era muy conflictivo, a mi el mismo me dijo "¿Are you a child?" refiriéndose a mi camiseta, jajaja, qué puta gracia... A las gemelas les dijeron que no existía la calle a la que íbamos... bueno, un fastidio, vamos. Pero la gran sorpresa vendría ahora.

Llegamos al lugar de recolección de maletas, y después de ver salir todas las nuestras, nos dimos cuenta de que nos faltaba una... la de Javi, la única que no llevaba estos plastiquitos:

Aquí vemos a Javi en una bonita instantánea del momento:

Entonces decidimos cambiar la canción de "Cien Gaviotas" por "Una maleta", "la maleta donde está...", ya que nos confirmaron que la habían perdido, sabían que estaba por algún lado, pero la taerían en un día, nos dijeron, al hotel, nos afirmaron... La mujer de "No sin mis ninios" también estaba ahí mirando maletas xD. Cenamos allí en el hotel, en un Mc Donalds donde ponían patatas a la sal, qué desconsiderados. Ese fue el primero de nuestros muchos encuentros con la comida basura americana, barata, claro, pero... los cabrones bien que se guardan las hamburguesas de carne de verdad para ellos...

La guinda nos la pusimos al coger transporte que nos llevaría al hotel, que fue un ilegal en su camioneta, que tuvo que jugar al Tetris para que cupiesen las 6 maletas (6, jiji), nosotros 7, él y Dios y ayuda xD. Acordamos el precio, 60$. Su forma de conducción nos advirtió de cómo es conducir en Nueva York, rápido, mal y de forma asesina. Al llegar al hotel, nos dijo que con las tasas y la propina se quedaba en 75$, algo que nos acompañaría durante el viaje, tasas, tasas y más tasas, y propinas.

Una vez en el hotel, nos dispersamos a nuestras habitaciones, que mañana sería otro día, a descansar y a prepararnos para el día siguiente, y Javi... y Javi... pues eso, a prepararse para el día siguiente sin ropa y sin sus gotas de los ojos...

Listening: Cien Gaviotas- Mikel Erentxun
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